Levántate y anda

domingo, 26 de abril de 2009

Matador



Me estás buscando,
matador
y en una tibia habitación a contrafrente
agazapado
en algún lugar entre los techos de chapa de la Paternal,
atado a mi pantalón negro comprado en Carrefour ex albergue Warnes,
-¿dónde carajo fue la gente del albergue Warnes?-
yo te estoy esperando.

Brasil fue resbalar entre piedras de azúcar
las mochilas levantadas como paracaídas y alimento para la tribu
de dos miembros
encastrados en una carpa
tu cuello con olor a off naranja
el mío blanco, budín de coco
dormir abrazados al movimiento
de la marea mental

Mario escuchaba una radio titilante
el bigote gris y una cordillera roja entre los ojos
siempre arroz, siempre arroz
con porotos negros mientras su mujer
renqueaba con un balde lleno de maíz
y mucha Fe en Lula entre los dientes sanos
según dijo,
antes de sacarnos una foto

Hace dos años
te estuve esperando en la habitación de un telo
matador,
mis piernas largas distorsionadas en un espejo
pintado con las formas de una pareja caliente,
te estuve esperando, matador,
en un hostel, en Copacabana o en Flamengo,
caliente,
Ibuprofeno brasuca comprado por mi novia,
tensión social de noche, al otro lado del biombo,
y por la mañana una familia de chilenos
untaba manteca en su pan negro.

Ahora levanto el teléfono y llamo al Muñiz
tengo miedo por las fotos de gente gangrenosa
que mi madre me mandó por internet.
Nadie me atiende y mi madre lija una baranda de madera
mi madre se agacha para lijar una baranda
y en sus manos veo dos estigmas,
matador,
un rombo morado en cada una de las manos de mi madre
pienso, matador,
vos me estás buscando y tengo miedo
y ganas de aplastarte entre mis labios y mi lengua
mientras te imagino enhiesto, alerta, sediento y real,
como los jugadores del Manchester United.