Levántate y anda

jueves, 19 de noviembre de 2009

Voy a publicar un libro (I)



Voy a publicar un libro. La mitad del costo de impresión se va a pagar con un subsidio del gobierno de la ciudad. La otra mitad la va a pagar la editorial a la que pertenezco con un amigo y dos amigas. Y estoy agradecido, eternamente agradecido a mis amigos editores, por su paciencia, su apoyo. También les estoy agradecido a los otros amigos, militantes literarios como nosotros, que lo leyeron y me hicieron comentarios, correcciones, sugerencias. Lo terminé de escribir a los 24 años, y desde ahí todo fue una deriva de lecturas, discusiones, correcciones. Del resultado final, obvio, soy el único responsable. Quedaron cuatro cuentos de nueve. Son tres cuentos largos y una casi nouvelle. Uno de los cuentos da título al libro: Varadero y Habana Maravillosa.

A los 18 o 19 años me había prometido que nunca iba a pagar un peso por publicar. No se dio: en el mejor de los casos voy a estar pagando al menos un 12,5% del valor del libro. No me avergüenza. Estoy contento aunque no se bien porqué ni tengo muchas ganas de averiguarlo. También estoy agradecido con Carla, la diseñadora, que hizo un gran trabajo. Incluso estoy agradecido con los que apenas leyeron un cuento y echaron a rodar boludeces del estilo “es como Marcelo Cohen”. A mí Marcelo Cohen me parece un buen escritor, de otra generación, consolidado y con un par de libros notables, hechos que corroboran la alta dosis de mala leche que hay en la comparación. Estoy absolutamente en desacuerdo con su idea sobre la literatura como hecho social, con sus diagnósticos sobre la literatura contemporánea, pero eso es otra cosa (también estoy en desacuerdo con la idea sobre la literatura que tiene la mayoría de mis amigos, y de alguna manera eso me une más a ellos de lo que me aleja). Cualquiera que haya leído a Cohen con un mínimo de inteligencia va a darse cuenta de que mi libro, mi pequeño y voluntarioso libro, con sus mil probables torpezas, tiene muchísimas más rupturas que continuidades con su propuesta.

De todos modos me incomoda un poco hablar de “mi libro”, publicar este comentario. Es algo que vengo pensando hace tiempo, de modo intermitente. A veces me pregunto: ¿qué hago con mi libro? ¿me representa, me convence? ¿convertiré este blog en un espacio de publicidad de mi libro, de mi accionar como “escritor”? Ni esa idea, ni la palabra “escritor”, me convencen demasiado. Es más, me generan cierto rechazo. Escribir sí me gusta, transformarme en un militante de mi amateurismo, gestionar una trascendencia de pago chico no. La única certeza es que al menos ese libro es una parte de mí. Ya llegarán las lecturas, las críticas más o menos constructivas. O no. Después veré la que me pinta. Aunque Volquer me diga que tengo que publicar al menos uno de los cuatro o cinco libros de géneros bastardos que tengo planeados y a medio escribir, como hamsters cebados de paco en las cárceles de mi cabeza, por ahora voy a disfrutar de esta tenue víspera. De la ansiedad que comparto con mis amigos, y con la persona a la que el libro está dedicado.