Levántate y anda

martes, 21 de octubre de 2008

Fragmentos de una tesis enclenque I



Los posicionamientos de la SADE en tanto actor corporativo, que oscilan durante el peronismo entre la conformación de una trinchera de resistencia cultural hasta la mera defensa de los intereses gremiales, llegando hasta la pasividad y la inoperancia cuando algunos escritores son encarcelados, no sólo nos habla de los desencuentros entre la intelligentzia nacional y el peronismo entre 1946 y 1956, ni de la batalla por adueñarse de los significantes supuestamente beneficiosos del antiperonismo al interior del campo cultural posterior al golpe de 1955, sino que nos ilustra sobre el peso social y las posibilidades de los escritores de posicionarse como interlocutores válidos del gobierno y también de la sociedad, que visualizaba a su profesión como un espacio prestigioso. La sociedad de escritores como actor corporativo y una forma de sociabilidad articulada con las disputas políticas, los escritores interviniendo en la esfera pública como intelectuales pese a la limitada relevancia social de sus obras, al menos en comparación con los autores extranjeros. De las conferencias de Lugones en 1913 a la organización de los escritores provenientes de diferentes tendencias estético-políticas en torno a la SADE opositora al gobierno de Perón, las transformaciones en el rol social del escritor y su investidura de prestigio acaso irradiada desde el campo y la importancia de los intelectuales para la cultura escrita de la época, acompañan el desarrollo de un campo de la edición literaria cada vez más autónomo y diferenciado, que sin embargo muestra diferentes facetas, y cuyo desarrollo no es necesariamente acumulativo en términos de independencia política y especificidad de las tareas desempeñadas por el editor.