Levántate y anda

domingo, 26 de abril de 2009

Matador



Me estás buscando,
matador
y en una tibia habitación a contrafrente
agazapado
en algún lugar entre los techos de chapa de la Paternal,
atado a mi pantalón negro comprado en Carrefour ex albergue Warnes,
-¿dónde carajo fue la gente del albergue Warnes?-
yo te estoy esperando.

Brasil fue resbalar entre piedras de azúcar
las mochilas levantadas como paracaídas y alimento para la tribu
de dos miembros
encastrados en una carpa
tu cuello con olor a off naranja
el mío blanco, budín de coco
dormir abrazados al movimiento
de la marea mental

Mario escuchaba una radio titilante
el bigote gris y una cordillera roja entre los ojos
siempre arroz, siempre arroz
con porotos negros mientras su mujer
renqueaba con un balde lleno de maíz
y mucha Fe en Lula entre los dientes sanos
según dijo,
antes de sacarnos una foto

Hace dos años
te estuve esperando en la habitación de un telo
matador,
mis piernas largas distorsionadas en un espejo
pintado con las formas de una pareja caliente,
te estuve esperando, matador,
en un hostel, en Copacabana o en Flamengo,
caliente,
Ibuprofeno brasuca comprado por mi novia,
tensión social de noche, al otro lado del biombo,
y por la mañana una familia de chilenos
untaba manteca en su pan negro.

Ahora levanto el teléfono y llamo al Muñiz
tengo miedo por las fotos de gente gangrenosa
que mi madre me mandó por internet.
Nadie me atiende y mi madre lija una baranda de madera
mi madre se agacha para lijar una baranda
y en sus manos veo dos estigmas,
matador,
un rombo morado en cada una de las manos de mi madre
pienso, matador,
vos me estás buscando y tengo miedo
y ganas de aplastarte entre mis labios y mi lengua
mientras te imagino enhiesto, alerta, sediento y real,
como los jugadores del Manchester United.

lunes, 20 de abril de 2009

Mañana - Tercera Entrega Manifiesto


CICLO MANIFIESTO
El tercer martes de cada mes desde las 20.15 hs.
ULTRA, San Martín 678.
Entrada Gratis. MARTES 21 DE ABRIL


ENRIQUE SYMNS, MARIANO PENSOTTI Y PABLO DACAL


Intelectuales y artistas ponen en escena sus manifiestos estéticos, políticos y existenciales. Los invitados tendrán la libertad de confeccionar textos en los que manifiesten sus creencias o desarrollar una performance artística en la que sienten las bases de su producción. De este modo tomarán una posición frente al mundo, frente a la realidad, frente al arte.

Coordinan: Diego Erlan / Hernán Vanoli


Manifiestan: Martes 21 de abril: Enrique Symns, Mariano Pensotti y Pablo Dacal.
Manifiesto


Género político por naturaleza, más allá de su contenido, el manifiesto implica el deseo de proponer, trazar fronteras, prometer y volver a ordenar el mundo, confiados en la potencia del propio lenguaje. En épocas donde el nihilismo ocupa todos los discursos, decir Manifiesto implica jugarse, implica decir «en esto creo». Si la vorágine digital y la sobreoferta de escrituras parecen devorar cualquier principio de individualidad, nosotros invitamos a decir: Manifiesto.

Grito al aire o microdenuncia cotidiana, el ciclo propone revisitar acciones artísticas, políticas, relacionales, donde la fiesta de su declamación permita que los diferentes manifiestos de músicos, artistas y escritores nos sumerjan en las aguas correntosas de su poética de la transformación.

INVITADOS
Enrique Symns. Nació en Lanús en 1946. Autodidacta, trabajó de periodista en revistas como Satiricón y el Cazador, y en 1983 fundó Cerdos y Peces, cuya meta era “sincerar la vida” y fue la revista alternativa más importante de la cultura rock en la Argentina. Es actor, performer y artista callejero, y además de esto fue el monologuista que abrió los primeros shows de Los Redondos, hasta que lo echaron. Estuvo exiliado en España y en Chile, donde fundó la revista The Clinic. Fue habitué del bar Británico, admira a Richard Ford y, entre otros, tiene publicados los libros “La banda de los chacales”, una biografía de Fito Paez, otra del grupo musical Los Tres, “La vida es un bar”, “El señor de los venenos” y “Big Bad City”.

Mariano Pensotti. Nació en Buenos Aires en 1973. Es dramaturgo, director teatral, cineasta y escritor. Como autor y director realizó “Interiores”, “La Marea”, “Ojos Ajenos”, “Trieste” y la extraordinaria “Vapor”, entre otras. También escribió y codirigió, “Laura” y “Los Muertos”. Sus trabajos fueron presentados en teatros de Buenos Aires, Berlín, París y Madrid, entre otras ciudades y traducidos a diferentes idiomas. Actualmente tiene en cartel la obra “Sucio”, que codirige con Ana Frenkel.

Pablo Dacal. Nació en Buenos Aires en 1976. Pertenece a la nueva generación de cantautores y habitualmente toca junto a la Orquesta de Salón. Durante la década del noventa, formó un par de grupos musicales, escribió una novela llamada La 99 y editó una corta tirada de su primer disco solista "Absolutamente moderno". En Rosario, formó parte del grupo de rock Coki & the Killer Burritos y Violeta plástica. Grabó los discos "Un millón de dólares", "Volúmen 2: La Mala Reputación" y el simple "Amor clasificado", ambos a dúo junto a Manuloop; y "Volúmen 3", como solista. También produjo en colaboración varios ciclos y eventos temáticos como los Jueves de Salón, Cama adentro, Cheek to Cheek, y el Aquelarre, fiesta fronteriza. Compuso música original para teatro y cine.

sábado, 11 de abril de 2009

Aniversario



En el medio, entre el choque y mi nacimiento, o entre mi nacimiento y el choque, pasaron muchas cosas. Choques. En la Argentina se producen un promedio de 3281 choques por año. 273 muertes por año en accidentes automovilísticos. Somos la vanguardia del mundo. O mejor, como dijo Toni Negri en 2001 o 2002: somos el laboratorio del mundo. Una frase inquietante que en su momento me hizo feliz. En general los números mienten, pero si te ponés a preguntar un poco comprobás que todo el mundo tiene un choque en el placard. Un amigo que dormía y se despertó en una ambulancia en General Paz. La cicatriz de otra amiga. Un primo que salió volando por la ventana. La hermana de tu ex, desmayada con la nariz blanca de cocaína. Te lo cuentan mientras tiran ketchup sobre un cono de papas fritas, de madrugada, en la costa. No lo registrás. Pero después empezás a unir las piezas y cuando lo pensás un poco tenés el magma de una gran pesadilla colectiva que arrastra chapa abollada, pedazos de acrílico, ripio. Humo industrial que cubre animales y gente muerta, con los huesos al sol, huesos tibios en la noche, sal en las heridas. Tanta tecnología inservible y vos estás ahí, a punto de ahogarte, un árbol tapado por la inundación, o en un hospital de ruta, esperando por el certificado que te permita demandar a la compañía de seguros. Eso si no estás en la morgue. Pero no voy a hablar de las cosas que les hacen a los cuerpos en la morgue.
...

domingo, 5 de abril de 2009

Justicia




Justice - Stress

A este Volquer lo mira antes de meterse en la ducha, cuando se mete.

jueves, 2 de abril de 2009

Basta de Alfonsín



Cansa, una vez más, refrescarse con el abanico del progresismo bloggeril interpretando, evocando y hasta burlándose infantilmente una y otra vez de un tipo que no merece otra cosa que el respeto circunspecto y un poco amargado con la que la historia futbolística nacional va a despedir a Roberto Fabián Ayala y al Kun Agüero.


Alfonsín fue a la Argentina lo mismo que Roberto Ayala fue y el Kun Agüero será para la selección nacional: el espejo donde una generación perdida traviste su fracaso. Como el Kun, Alfonsín cifró esperanzas que jamás pudo realizar, estuvo casi 20 años en la política de regalo -del 89 en adelante- y, la verdad, hizo casi todo mal: gobernó mal, confrontó mal, fue un mal caudillo, un mal estadista, enjuició mal a las juntas, arruinó a su partido, fue un mal radical y un mal peronista al mismo tiempo (aunque, digamos la verdad, y a diferencia del Kun, Alfonso sí que salió campeón). Al igual que Ayala, Alfonsín falló cuando tuvo que responder y se retiró de la selección con una goleada dolorosísima frente a Brasil y en una final. Como el Kun y como Ayala, Alfonsín cumplió. Eso sí. No fue un irresponsable, y eso es lo que la "sociedad argentina" le agradece. Porque eso es lo que la "sociedad argentina" le pide a Néstor: que no sea irresponsable. Las loas a Alfonsín son una advertencia soterrada para que la casa esté en orden.


Reconciliarse con Alfonsín, ahora, obviando, es verdad, todos los conflictos y tensiones que involucró su gobierno, sólo porque fue un buen tipo, un personaje honesto o un compañero leal -y parece que Alfonsín fue todas estas cosas, según mi viejo, que todavía usa su mismo bigote- tiene el patetismo invertido de aquellos que condenaban y siguen condenando moralmente al menemismo por una grasitud estética de la que Palermo es la continuación por otros medios. Y, también, prepara unas condiciones eunciativas para un nuevo discurso higienista sobre la política que forma parte del antiguo corazón narrativo de la UCR. Porque ni con la honestidad ni con la democracia se come ni se educa ni una mierda. Alfonsín va directo a convertirse en el Tanguito de los Santaolallas de hoy.


Al igual que Blumberg, Alfonsín lloró a un hijo perdido: la república liberal. No es casual que Blumberg haya estado hoy rindiéndole pleitesía. Blumberg y Alfonsín son los dos hemisferios cerebrales esquizoides de la clase a la que pertenezco. Ninguno puede estar a la derecha o a la izquierda de esa clase, porque ambos la conforman. Las diferencias entre ambos son tan abismales que ni siquiera hace falta mencionarlas. Por eso, el funeral de Blumberg va a gozar de la indiferencia glacial que el de Alfonsín hubiera merecido. Respeto, voces bajas y silencio. Nada más. La trayectoria política y el fracaso histórico de un tipo, una generación y un partido que no estuvieron a la altura de las circunstancias mercen eso.